lunes, 23 de junio de 2008

Monica Garza




Está en el momento justo en que las buenas mujeres se ponen aún mejores… sólo por utilizar un lenguaje sin eufemismos. Mónica Garza –la misma que cursó Estudios Latinoamericanos en la UNAM, que pasó un tiempo profundizando sus estudios en París y que un buen día fue parida a la televisión para co-conducir nada menos que Ventaneando (el programa de chismes de la farándula más visto de la televisión mexicana)– sabe que este es su momento de plenitud. Aunque no hace planes y, en consecuencia, es difícil saber hasta dónde le gustaría llegar.

Caso curioso el de esta mujer que, justamente por haber alcanzado su madurez profesional por medio de un programa –o mejor dicho, dos: también conduce Historias engarzadas– cuyos intereses están centrados en el mundo del espectáculo, ha tratado de mantenerse al margen de la sobrexposición mediática. Quizá también porque desde muy pequeña comprendió que los vericuetos de la fama tienen, muchas veces, algo de mal sabor. Su padre –Manuel Garza González– en una época Secretario General del Partido Revolucionario Institucional, la educó para casarse con un ranchero de Tamaulipas, donde nació. La educaron, pues, para ser una señora de sociedad, en el norte del país. Pero ahora, cuando la vida le ha dado muchas vueltas y ella misma, dejándose llevar por los vaivenes del azar, torció su destino una y otra vez, está lista para dejar salir esa sensualidad que –bien lo sabe– mantuvo encerrada esperando el momento oportuno para dejarla salir. Porque los 40 son la época de la madurez absoluta, la física, pero también aquella que se plasma en la vida emocional y profesional.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Felicidades Monica que te siga llendo bien, ya que eres un cuero de mujer que yo en lo particular me gustaria que estubieras aqui a mi lado, pero bueno no todo lo bueno se puede tener cuidate y felicidades, tu amigo Raul C.