Ésta no es más que una frase que suele enmarcar el inicio de la vida matrimonial, pero cuando se trata de una fortuna de miles de millones de dólares, el tema de compartir los bienes es todo menos común.
Salma Hayek y François-Henri Pinault tienen una no muy larga -pero sí complicada- historia de amor, que tuvo un final feliz en uno de los días más románticos del año. A diferencia de las alzas y bajas en esta relación sentimental, los negocios de la familia Pinault han mantenido, desde hace ya muchos años, una estabilidad envidiable que les ha permitido hacerse de más y más posesiones valiosas.
El gran grupo Pinault-Printemps-Redoute es presidido por el nuevo esposo de Salma desde 2005, cuando ocupó el lugar de su padre, pero evidentemente el empresario tenía ya para entonces una larga experiencia en su currículum. Previamente estudió en la HEC, una de las más prestigiosas escuelas de estudios comerciales; más tarde, en 1989, se convirtió en director de France Bois Industries y en 1997 de la cadena europea de electrónicos, libros y música FNAC. Como parte de su trabajo en PPT, asumió la presidencia del consejo de administración de la marca deportiva alemana Puma, en 2007. El imperio Pinault se compone de importantes negocios en diferentes áreas, teniendo en común un alto prestigo y valor de marca. En el ámbito deportivo está la marca Puma, adquirida por el grupo por cinco mil 300 millones de euros, además del equipo de futbol Stade Rennais, originario de la ciudad natal del empresario de 46 años.
En el área mediática –mucho más relacionada con su nueva esposa- no se queda atrás. Es dueño de Le Point, una importante revista semanal, y tiene participación en el diario Le Monde, además de ser propietario de la cadena televisiva TF-1. La famosa casa de subastas Christie’s es de su propiedad, al igual que las lujosas marcas Gucci, Yves Saint Laurent y Balenciaga, que seguramente se convertirán en las favoritas de Salma. Converse y Samsonite también pertenecen al grupo del empresario. Château Latour, una finca vinícola francesa en Burdeos y el Vail Ski Resort en Colorado son otros de sus bienes, al igual que las tiendas Chadwick’s, Conforama y Le Redoute, y participación en FNAC.
Por si fuera poco, el multimillonario es dueño de una de las mejores colecciones de arte del mundo, con más de dos mil 500 obras de artistas de la talla de Miró y Picasso. En 2006 fue nombrado el hombre con más influencia en el arte moderno por la revista Art Review. Algo que podría resultar muy interesante para la actriz veracruzana es la capacidad de poder involucrarse en más proyectos filantrópicos, como lo había hecho recientemente con la Unicef. En febrero de 2008, un evento de la institución fue patrocinado por Gucci, marca del magnate. Aunque no es hija única –Pinault es padre ya de François y Mathilde, de su primer matrimonio-, los ojos del mundo estarán sobre una pequeña cómplice en la reconciliación de sus padres, la heredera Valentina Paloma, seguramente la posesión más preciada del matrimonio Pinault.
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